José R. Hernández - Jesucristo quiere que seas así

José R. Hernández - Jesucristo quiere que seas así

Jesucristo nuestro Señor, quien se entregó y dio su vida por nosotros los pecadores, enfocó su ministerio en la tierra en cuatro puntos esenciales, que después de ser ungido por el Espíritu Santo, cumplió celosamente. Estos cuatro ministerios son:

1. Predicación del evangelio a los pobres, a los humildes y a los afligidos.
2. Sanidad y vendaje de los enfermos espirituales y físicos y de los quebrantados de corazón.
3. Rompimiento de las ataduras de maldad y proclamación de libertad del pecado del dominio satánico.
4. Apertura de los ojos espirituales de los perdidos para que vean la luz del evangelio y sean salvos.

Isaías 61:1-3

"El espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de la venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya."

En estos versículos se puede ver una clara alusión a la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento, cuando se dice: El Espíritu... El Señor... Mí. También en este pasaje del libro del profeta Isaías se predice la necesidad de la presencia del Mesías que posteriormente aparece en la persona de Jesucristo para desarrollar estos ministerios.

Jesús se identifica como el Mesías ante los ojos atónitos de todos los de la sinagoga, cuando se le entregó el libro del profeta Isaías y abriéndolo comenzó a leer:

Lucas 4:18-19

"El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A predicar el año agradable del Señor."

Ahora bien, si volvemos al final del versículo tres de Isaías 61, podemos ver que dice: y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

El problema estriba en que el Mesías vendría y nos traería todas esas cosas que fueron promesas; pero también se retiraría después de hacer discípulos que continuaran su obra. Ésta es precisamente la misión de la iglesia de Jesucristo en nuestros días. Nosotros somos esos árboles de justicia y plantío de Jehová que continuaremos la obra. Es decir, es nuestra responsabilidad predicar el evangelio, tratar con los afligidos, vendar a los heridos y quebrantados de corazón, consolar a los cautivos y a los presos publicando la apertura de la cárcel y proclamando el año de la buena voluntad de Jehová.

La iglesia eres tú, amado hermano, soy yo y todos los que componemos el cuerpo de Jesucristo. Y llevamos la responsabilidad de mostrarle a los perdidos, que sólo en Jesucristo se puede hallar paz y justicia. Que Jesucristo viene a hacer justicia y por aquellos que se mantienen en la esperanza y la fe de su segunda venida.

Para concluir, quiero recordar que haciendo estas obras desinteresadamente, cuando le preguntemos a Él: -¿Pero cuándo he hecho yo tantas cosas por ti?, No recuerdo haberlas hecho nunca.

La respuesta no se hará esperar: "Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis." Mateo 25:40.