Robert K. McIver - Figuras Paulinas de la Salvacion

Robert K. McIver - Figuras Paulinas de la Salvacion

Muchas veces leemos u oímos una frase que inmediatamente resume toda una era o abre nuevos horizontes en nuestra mente. Años atrás, tuve una experiencia de esa especie. Mi profesor de facultad estaba procurando acordarse de las es-pecies de sermones que él había oído durante su existencia. "Victoria en Cristo" parecía haber dominado el púlpito, durante sus años de colegio y escuela superior. Las semanas de oración, los campamentos, reavivamientos, y las principales ocasiones que envolvían la visita de predicadores acentuaban la victoria cristiana como el tema principal del evangelio. En años mas recientes, continuó mi profesor, el realce parece haber mudado para el "relacionamiento".
Muchas veces he pensado en la tentativa de mi profesor para comprimir la predicación cristiana de muchos años. Pensando en mi propia experiencia - crecer en un hogar cristiano, asistir a reuniones de jóvenes, estudiar en un colegio cris-tiano y ahora enseñar teología - soy llevado a concordar con mi profesor, pero estoy inclinado a hacer una clasificación mayor. Creo que debo haber tomado la punta de la cola de los predicadores de "victoria en Cristo". Puedo acordarme vívidamente de las muchas reuniones en las cuales atendí a un apelo del altar para rededicar la vida a Jesús, a fin de obtener la victoria sobre mis pecados. Cuando llegué al colegio para estudiar la Biblia, descubrí un nuevo tema: justificación por la fe. Estaba apenas una semana en el colegio, cuando alguien me colocó en la mano un cuestionario sobre justificación por la fe. Parecía claro que el valor de mi cristianismo sería estimado por la manera correcta en que yo respondiese a las preguntas. La comprensión apropiada de la justificación por la fe, me fue dicho, confirmaría mi ortodoxia, terminaría rápidamente la obra y apresaría el retorno de Cristo. Una tercera tendencia de la predicación, más recientemente observada, destaca el relacionamiento. Así, en mi experiencia de oyente de los sermones adventistas, puedo establecer tres asuntos básicos sobre tres períodos de tiempo en mi crecimiento y desenvolvimiento. Si yo fuese hacer la pregunta: "¿Cuál es la esencia del cristianismo?" los predicadores de cada período darían una respuesta diferente.
Ahora, esas respuestas no son contradictorias, pero nos ayudan a entender como los diferentes realces se concen-tran en la predicación y enseñanza cristianos. Me propongo, en este artículo, a rever la comprensión que tenía Pablo del evangelio al llamar la atención para las figuras de lenguaje que empleó para describir la esencia del evangelio.
Pablo usa gran cantidad de ricas metáforas para describir lo que el cristianismo es en todas partes. Ahora tal vez reservadas al uso de la teología cristiana, hacían parte del escenario común del primer siglo. Los lectores de Pablo deben haberle entendido el mensaje y su significado sin mucha dificultad. Veamos algunas de las palabras clave y captemos la belleza y la riqueza de su alcance de la singularidad y preciosidad del evangelio

Justificación/Justicia.-
Cuando habla de justificación por la fe en sus epístolas a los Romanos y a los Gálatas, Pablo está usando una metáfora de las cortes forenses. La palabra griega traducida por "justificar" es dikaioun (dikaiosune, justicia; dikaios, justo). La palabra no quiere decir "hacer justo", sino "considerar", "declarar" o "contar" como justo. Cuando una persona es acusada delante de una corte y el juez la declara sin culpa, esa persona es considerada inocente. Pablo aplica ese modelo forense al proceso de la salvación y declara que debido a lo que Jesús hizo, Dios considera como justo el pecador que a El viene con fe.
Mientras Juan usa un conjunto de palabras diferentes, lo que se halla descrito en su evangelio (3:17-19; 5:24), es aproximadamente lo que Pablo entiende por justificación por la fe. De acuerdo con Juan, aquel que cree en Jesús no entra en juicio, mientras que aquel que no cree ya fue juzgado. El juicio viene en el fin del tiempo, y el veredicto dado en juicio determinará el lugar de la persona en la nueva ocasión. Pero el creyente en Jesús ya sabe cual debe ser ese veredicto - vida eterna. Igualmente en Pablo: los pecadores son justificados por la fe (pistis, creencia), y si creen en Jesús y continúan su relacionamiento con El, tienen la certeza en el resultado final del juicio. Ellos saben ahora (en el presente) que el veredicto será "inocente". Su status y justicia es asegurado en Jesús (pues Jesús es justo). El futuro se volvió presente en Cristo, y puede ser acepto por el creyente por medio de la fe.

Redención.-
Redención significa readquisición - el acto de volver a comprar, pagando el precio exigido. Se habla en redimir la propiedad perdida o rescatar los bienes colocados en un local de empeño, pagando cierta cantidad en dinero. Este era antes el significado de la palabra apolutrosis, que Pablo usa para hablar del acto de la redención en Cristo Jesús (Rom. 3:24). Una imagen particularmente notable, asociada con esta palabra en su primer siglo de uso, se relaciona con la redención de un esclavo. El esclavo tenía que redimirse y comprar su libertad, pagando a su señor su precio de mercado como esclavo; la otra persona podría comprarle la libertad, pagando el precio. Así, cuando Pablo habló de Jesús como Redentor, en verdad él estaba diciendo que Jesús había pagado el precio para libertarnos de la esclavitud del pecado. Sus lectores no deberían perder de vista la cuestión del pasaje de la esclavitud para la libertad - todo como un don gratuito de Cristo, que realmente pagó un elevado precio por la salvación de la raza humana.
El concepto de libertad en Cristo es aún más robustecido por el realce dado por Pablo, según el cual el individuo libre del pecado se volvió voluntariamente un esclavo (doulos) de Cristo (Rom. 6:15-23). La diferencia es que el siervo en Cristo es una testimonia viva, alegre y feliz, que pasa del poder del pecado y de la muerte a heredero de la vida eterna.


Reconciliación.-
La "reconciliación" pertenece al mundo del relacionamiento. Consiste en un fin para la alienación, una restauración de los relacionamientos tensos. Dos personas se indisponen. Un abismo en el relacionamiento las separa. Una de las partes toma la iniciativa, decide libremente perdonar a la otra y extiende la mano a través del abismo, convidando la otra a aceptarla. La otra parte medita en la acción magnánima, un acto de gracia, y resuelve aceptar el ofrecimiento. Es transpuesto el abismo. Se restablece el relacionamiento. Se da la reconciliación. Pablo usa esta imagen tierna para impresionar sus lectores con la iniciativa infinitamente mayor de Dios, por medio de Cristo, en la reconciliación de la raza humana consigo mismo (II Cor. 5:11-21; Rom. 5:11). La actividad de Dios, la función de Cristo, la provisión gratuita, la necesidad de la aceptación humana de aquello que se halla disponible en Cristo, la provisión para proclamar las buenas nuevas de la reconciliación y el objetivo de que "fuésemos hechos justicia de Dios" (II Cor. 5:21) están todos presentes en la imagen paulina de la reconciliación.

Salvación.-
En griego, la palabra "salvar" (sozo, salvar; soter, salvador; soteria y soterios, salvación) tiene por lo menos dos diferentes significados. Marcos 5:35 da un ejemplo de lo primero. Una mujer afligida durante 12 años por una dolencia incurable, se sintió curada en el momento en que tocó en las vestiduras de Jesús. Jesús le dijo: "Tu fe te salvó" (sesoken, salvó). El griego posee un doble sentido. La mujer no fue apenas curada por la fe, sino que también salva por la fe.
El segundo significado de sozo es rescate. El libramiento vino a una ciudad sitiada, en el momento de su mayor necesidad. La ciudad fue salva de la destrucción. Es en ese sentido que el ladrón en la cruz le pide a Jesús que lo salve de la muerte y a su compañero (Luc. 23:39).
Así, cuando Pablo dice que todo aquel que invocar el nombre del Señor será salvo (Rom. 10:13), está afirmando tanto la cura como el rescate: restauración y libramiento.

Imputación.-
Pablo usa también la palabra logizomai como parte de su vocabulario para describir lo que sucede en la operación de las buenas nuevas. La palabra significa "computar", "imputar". Viene del ámbito de las transacciones comerciales. Cuando cierta suma de dinero es acreditada en una cuenta, esa actividad es descrita como logizomai. Pablo usa esa palabra para describir la justificación por la fe: "Abrahán creyó en Dios, y eso le fue acreditado (logizomai) para justicia" (Rom. 4:3). Para los lectores de Pablo, familiarizados con el lenguaje de la época, el mensaje era inevitable: así como un débito es cancelado por un crédito computado contra ese débito, así es el enorme fardo y culpa del pecado cancelado por Dios, cuando por su gracia acepta el pecador que a El va con fe en busca de Su perdón. Abrahán creyó en Dios; eso le fue imputado como justicia.

Gracia.-
La palabra "gracia" es fundamental para la comprensión cristiana de la salvación. El vocablo griego charis significa "favor", o "generosidad", especialmente no conseguido o inmerecido. Pablo usa la palabra para subrayar que la actividad salvífica de Dios en Jesús es totalmente inmerecida por el pecador y que ella constituye la disposición amorosa de Dios para con la criatura errante. "Porque por la gracia sois salvos, mediante la fe; y esto no viene de vosotros, es don de Dios; no de obras, para que nadie se gloríe" (Efe. 2:8-9).
La gracia tiene que ver también con la imagen del don. El recipiente no lo merece, sino que es libre para aceptarlo; no tiene ninguna base para enorgullecerse, sino que tiene mucho por que regocijarse. La figura del don de la gracia del tiempo de Pablo sugiere también que el recipiente promete lealtad y servicio fuera de gratitud, al Señor.

A través de Cristo, en Cristo, por Cristo.-
Uno de los brillantes argumentos de Pablo a favor de la salvación de la raza humana a través de la muerte de Cristo, se encuentra en Romanos 5:12-21. Aquí, postula el apóstol que "como por la desobediencia de un solo hombre muchos se volvieron pecadores, así también por medio de la obediencia de uno solo muchos se volvieron justos". El argumento ha presentado dificultad continua para la mentalidad occidental. No obstante, un poco de la comprensión de la cultura en que Pablo estaba usando el argumento, llevaría a una apreciación mejor del pasaje. Ningún lector contemporáneo de Pablo habría exigido cualquier explicación especial, cuanto a la manera en que el pecado de un único hombre lleva a la condenación de todos, y la justicia de uno solo lleva a la justicia de todos. En el tiempo de Pablo, el individuo estaba íntimamente ligado al grupo (por ejemplo, la familia o dependientes). El insulto hecho a uno, era hecho a todos. La buena suerte para uno, lo era para todos. Así, el modelo paulino de salvación en Romanos 5, puede ser mejor comprendido como un modelo participativo o familiar en que se puede percibir una dinámica corporativa.

Santificación.-
Escribiendo a la iglesia de los corintios, Pablo habla de los "santificados en Cristo Jesús, llamados para ser santos" (I Cor. 1:2). La santificación (hagiazo, santificar; hagiasmos, santificación, consagración, santidad; hagios, santo) tiene fuertes raíces en el Antiguo Testamento. Es el equivalente al hebraico gadash, "separar del uso común". La palabra acentúa el contraste de la dinámica entre lo santo y lo profano, lo común y lo incomún, lo puro y lo impuro, en especial con referencia a los servicios del templo y al ministerio sacerdotal.
Cuando Pablo usa la palabra, está también interesado en la transformación de la dinámica (Rom. 12:2) que ocurre en el proceso de la salvación, dando origen a una nueva persona, en contraste con la antigua. Para Pablo, la santificación no consiste solo en separación, sino que también en consagración a la santidad. Al unirse a Cristo, el cristiano participa ahora de la santidad y es separado especialmente "para vivir una vida nueva" (Rom. 6:4), "perfeccionar la santidad" (II Cor. 7:1), crecer "en... Cristo" (Efe. 4:15), huir del mal y seguir la justicia (1 Tim. 6:11), y continuar a vivir en Cristo "radicados y edificados, y confirmados en la fe" (Col. 2:6-7).

Propiciación.-
En Rom. 3:25, Pablo usa una palabra importante (hilasterion) para describir lo que Dios hizo por intermedio de Je-sús. La traducción de la palabra varía: "Propiciación" (KJV), "expiación" (RSV), "sacrificio de expiación" (NIV). Ninguna palabra inglesa sola puede traducir correctamente hilasterion. Pablo toma una metáfora de la esfera del sacrificio, y la usa para describir el sacrificio que Jesús hizo en el drama de la salvación. La imagen de la substitución sacrificial sugiere que, cuando la persona pecó, el pecador trajo un sacrificio, efectuando una reconciliación entre el pecador y Dios. Pablo usa esta figura para mostrar que, como pecadores, merecíamos morir; pero así como el animal sacrificial tomó el lugar del pecador y murió por este, Jesús también tomó nuestro lugar y murió por nosotros, trayéndonos libramiento de la muerte y la reconciliación con Dios. Mediante Su muerte sacrificial, realizó Jesús la propiciación, la expiación y el rescate: Jesús pagó la penalidad del pecado e hizo posible la reconciliación de todos los que tienen fe en Él.
Para concluir: como debería Pablo responder a la pregunta: "Cual es la esencia del Cristianismo ?" Aún cuando sea pretencioso colocarle las palabras en la boca, podríamos llegar a una respuesta compuesta de varias figuras que el propio apóstol usó para describir la actividad salvadora de Dios. Cristianismo es el veredicto de "no culpado", que se hizo posible ahora por medio de la muerte de Jesús para todos aquellos que en El creen. Cristianismo es la libertad que viene como resultado de ser redimido del pecado por el valioso precio del Calvario. Cristianismo es la reconciliación, con Dios, del alienado pecador; con el Dios de amor que ya nos perdonó. Cristianismo es la cura total de la enfermedad del pecado y el rescate cierto de la muerte final. Cristianismo es Dios imputando justicia a nosotros, y transformándonos de nuestra condición de ignominia para la condición de honra, por Su don gratuito. Cristianismo es la gracia de Dios en amorosa actividad para con Sus criaturas errantes. Cristianismo es la participación en la familia de Cristo, después de ser separados por el santo llamado de Cristo. Cristianismo es la reconciliación de las personas con Dios y de las personas unas con las otras. Cristianismo es buenas nuevas: el evangelio.